Century: Maravillas de Oriente (reseña por Atmpoison)

Para mi, poseedor de una copia de la primera entrega de Century, llamada La ruta de las Especias, era de obligado cumplimiento jugar a esta segunda. Y además, probar la peculiaridad que nos ofrece esta trilogía de juegos, que es la posibilidad de combinarlos.

Antes os pondré sobre aviso, soy más de cartas que de la mecánica usada en esta segunda entrega de Century, «pick-up and delivery«, que viene a ser «coge esto que está aquí y llévalo para allá«.

Ahora si, empiezo.

Después de un rato colocando losetas al azar, tendremos montado nuestro tablero central de juego. Muy colorido. Esta disposición, es recomendada en la primera partida, a partir de aquí, el reglamento nos da unas pautas y nos muestra unos ejemplos de como podremos componer nuestros propios «escenarios» para posteriores partidas. Inmediatamente podemos reconocer las acciones de comercio en las islas que se encuentran en cada loseta. Esas que en la anterior entrega, teníamos en las cartas que jugamos en cada turno.

Pues bien, cosas que llaman la atención a primera vista. Hemos perdido un jugador. Este Century, solo es hasta cuatro jugadores. Además los cubitos verdes, son de un tono más oscuro. Ahora, el tablero personal, donde acumulamos las especias, cobra más importancia. Hay más elementos de juego, como fichas de madera que representan a nuestro barco, puestos comerciales y fichas de cartón que nos aportarán ventajas. Las partidas son más rápidas, y no solo porque se desencadene el final de partida al terminar cuatro rutas, si no, porque los turnos son más rápidos al tener todas las acciones de comercio a la vista.

Pero…¿De qué va Century: Maravillas de Oriente?

Volvemos al negocio de las especias, esta vez en lo que parecen ser las Islas Molucas en Indonesia( aprendemos jugando 🙂 ) y deberemos completar rutas comerciales entregando las especias requeridas en cada puerto. Cada ruta nos aportará un número de puntos de victoria. Pero no es la única manera de conseguir puntos. Para poder obtener las especias, deberemos recolectarlas y comerciar con ellas para obtener otras más valiosas. Esto, lo haremos viajando entre las islas que compondrán el tablero de juego. Pero para poder comerciar, necesitaremos construir antes un puesto comercial en la isla. Y cada isla nos ofrecerá una acción de comercio diferente. Esto formará parte de la estrategia del juego, ya que, en nuestra cabecita, iremos dibujando una ruta, planificando dónde construir puestos y también, porque no, dónde molestaremos más atracando nuestro barco.

¿Como se juega a esto?

Como parte de la preparación, cada jugador tomará un tablero, un barco y los puestos comerciales de su color. Uno de los jugadores encontrará en su tablero personal el icono de jugador inicial. Ahora, comenzando por el último jugador, se elegirán las especias iniciales de entre cuatro combinaciones diferentes y se colocará el barco en un hexágono del tablero principal a elección del jugador. Esta decisión será parte importante de tu estrategia.

Los puestos comerciales se colocan en los espacios indicados del tablero de cada jugador.

En Century: Maravillas de Oriente disponemos de una acción por turno.

Podremos movernos o mantenernos en la loseta actual antes de llevarla a cabo. Si nos movemos, tendremos un movimiento gratuito. A partir de este, si seguimos avanzando, tendremos que depositar un cubito, de cualquier color, por cada movimiento adicional. Si se diera el caso de que acabamos en una loseta ocupada, tendremos que entregar un cubito a cada jugador allí presente. Si encontramos uno o varios cubitos, podremos recogerlos encantados, y guardarlos en nuestra bodega. Y si no, pues seguimos jugando gustosamente.

Tras movernos, o no, las opciones son las siguientes:

  • Recolectar: simplemente tomaremos dos cubos de jengibre (amarillos) de la reserva.
  • Comercio: La primera vez que realicemos esta acción en una isla, tendremos que construir un puesto comercial. Esto será gratis si somos el primero. Si no lo somos, deberemos de pagar una especia por cada puesto presente. Cuando ya tenemos un puesto comercial, podremos realizar el intercambio que muestra la casilla tantas veces como podamos y queramos.
  • Puerto: Aquí podremos completar las rutas comerciales, entregando las especias indicadas y reclamando así la ficha de puntos de victoria.

Y con esto podemos empezar a jugar.

¿Como fue la experiencia de juego?

Al comenzar la partida, tenemos todas las opciones de comercio a la vista. Permitidme que haga referencia aquí a la primera entrega de Century, donde en cambio, vas creando tu motor de comercio con algunas cartas visibles y las que irán apareciendo. Y esto, choca al jugar por primera vez a Maravillas de Oriente cuando vienes de jugar al anterior.

Entonces, con todas las posibilidades de comercio sobre la mesa, se toma uno un minuto (o varios) para observar la disposición de estas, y ver si hay algún par de hexágonos que combinen bien para alcanzar las preciadas especias de color marrón, clavo en este caso, en solo un par de turnos, o si se da el caso, una ruta que con tres movimientos puedas obtener cualquier tipo de especia. Se produce después lo que he denominado «fase de expansión» entre los jugadores. Todos pugnando por ser los primeros en llegar a las islas y colocar su puesto comercial sin pagar especia extra. Y este es un aspecto importante del juego.

¿Recordáis el tablero de cada jugador?. Cada puesto comercial se coloca en una cuadrícula, a medida que colocamos estos en las islas, descubriremos el valor que esconden debajo, y este serán puntos al final de la partida. Cada isla está asociada a una especia, de esta manera, cuando construimos por ejemplo en una isla de té, tomamos un puesto comercial de la fila correspondiente al té de nuestro tablero. Y esto es importante por lo siguiente; además de los puntos extra, cuando liberemos una columna podremos elegir una ficha de bonificación. Podemos escoger entre puntos de victoria, un cubito rojo extra cada vez que recolectemos que además otorga un punto de victoria, un movimiento gratuito más, una mejora al construir y un punto extra o más espacio en la bodega. Por tanto, centrarte solo en las islas de una determinada especia, no parece ser la mejor opción. Las fichas son finitas, ¡así que date prisa!

Habrá jugadores que traten de colocar cuantos más puestos mejor, consiguiendo de esta forma una buena suma de puntos, y otros que se centren en completar rutas como fuente principal de puntuación. En este aspecto, este Century: Maravillas de Oriente me parece superior a su antecesor. No solo tienes una fuente de puntos de victoria, y además puedes abordar la tarea de reunirlos de diferentes modos. Puede que en una partida la disposición de las islas invite a completar rápido rutas, y en otra, en cambio, queden alejadas las que más sinergia tienen entre sí, y creas que tendrás tiempo a visitar más islas y conseguir más bonificaciones. Otro detalle es que entre las seis primeras losetas de puerto, aparecerá la de «puerto cerrado». Esta, cuando entre en juego bloqueará temporalmente el último puerto donde se reclamo una ruta, hasta que se complete una nueva. De esta forma te obligará a darte un paseo por el archipiélago hasta el siguiente puerto que te interese.

Pero; Century: Maravillas de Oriente no acaba aquí si contamos con la posibilidad de combinarlo con la primera entrega, La ruta de las especias.

Modo de juego «Sand To Sea!» (que no se como lo habrán traducido los amigos de Devir).

Al combinar los dos juegos, perdemos el primer movimiento gratuito de nuestro barco y la acción de recolectar de Maravillas de Oriente y la ficha de bonificación de mejorar una especia tras construir. Y pasaremos a tener una mano de cartas y una zona para adquirir cartas de comercio, como en la primera entrega.

También voltearemos nuestro tablero personal y usaremos la “cara B”. Esta cara trae menos huecos para colocar puestos y también menos puntos de victoria. Además, al vaciar la primera columna no desbloquearemos una ficha de bonus, si no que nos permitirá coger una carta de manera gratuita de la fila de cartas de comercio.

¿Qué implican estos cambios?

Pues que para movernos tendremos que descartar cartas, ya sean de nuestra mano o bien cartas anteriormente jugadas y que iremos colocando delante de nosotros en nuestra zona de juego. Tantas cartas descartadas, tanto avanza tu barco. Podremos realizar la acción de comercio tanto en la isla donde nos detengamos como con las cartas que poseamos. Recolectar solo estará disponible a través de carta. Comenzamos con una carta de recolectar dos especias amarillas y una carta de dos mejoras para aumentar un nivel dos especias, o dos niveles la misma. Y por tanto, tendremos dos acciones nuevas disponibles, adquirir carta, que nos permitirá aumentar nuestras posibilidades y también el viento que soplará en las velas de nuestro navío. Y la acción de descansar, para recuperar todas las cartas utilizadas y descartadas.

Este modo de juego le añade un punto de profundidad más al juego que le sienta muy bien. Tienes más alternativas para comerciar, recolectar y puedes mejorar, algo que en la segunda entrega es anecdótico. A mi me ha dejado un regusto propio de eurogames de mayor envergadura. Una apreciación adquirida durante las partidas es que el juego castiga duramente cuando equivocas el orden apropiado para jugar tus cartas de comercio, o no adquieres suficientes para hacer mover a tu barco. ¡Llegome incluso a costar alguna partida!

Puede que con este modo de juego la partida se alargue un poco. Pero a mi parecer gana enteros la experiencia de juego.

Por todo lo dicho, y sobre todo con estos últimos toques añadidos por el modo de juego combinado le doy a Century: Maravillas de Oriente un

7/10.

PD: Jugando a dos jugadores, las partidas vuelan. Parece un filler. 😉

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